Magaña, nos vamos hasta el noreste de Soria cerca de la provincia de La Rioja. Situada en Tierras Altas y refugiada entre montañas como las sierras de las Cabezas, de Alcarama y del Almuerzo.
Tras atravesar las montañas que lo envuelven nos quedamos con la boca abierta al contemplar el hermoso entorno en el que se encuetra y llama especialmente nuestra atención el Castillo que lo corona.
Magaña posee un pasado ancestral. El río Alhama que baña la villa, es testigo de la importancia que tuvo en el pasado. Poblado el territorio desde la Edad del Bronce, posteriormente pasarían celtíberos, romanos y visigodos. Pero es durante la Reconquista cuando adquiere mayor relevancia y se construye una torre islámica.
Posteriormente, en el siglo XV, sobre ella se edificaría el castillo roquero que ha llegado hasta nuestros días. El recinto interior es de planta cuadrada con la torre del homenaje en una de sus esquinas y cubos en las otras dos. El exterior, mucho más bajo y de planta irregular, cuenta con siete cubos repartidos por su perímetro. Como todas las localidades fronterizas, fue objeto de disputa entre los diferentes reinos llegando a pertenecer a Pamplona.
Aunque llegó a tener unos siete barrios, en la actualidad las casas de este acogedor pueblo se distribuyen en dos. El barrio de arriba sobre la ladera de la fortaleza y el de abajo junto al río.
Estamos en un pueblo congelado en el tiempo, la gran mayoría de las casas conservan ese encanto del que pueden presumir tantos pueblos de Soria. Casas empedradas que conviven armoniosamente unas con otras mostrando al visitante un conjunto único. Sus calles son tan estrechas que es raro ver circular coches por ellas y eso nos permite disfrutar del pueblo con total tranquilidad.
Callejeando por sus empedradas calles llegamos hasta la iglesia de San Martín de Tours. De estilo gótico tiene una nave única y ábside poligonal del siglo XVI. Fruto de su esplendoroso pasado encontramos varios edificios religiosos como las ermitas de San Salvador, San Miguel y la Virgen de los Monasterios, hoy en día todas en ruinas. Sólo se conserva en buen estado la ermita de la Virgen de Barruso, semiexcavada en la piedra y que alberga en su interior la talla románica de dicha virgen, patrona de la villa.
No podemos continuar nuestro camino sin antes recomendar este recién estrenado bar que mantiene vivo el pueblo y es un excelente centro de reuniones para sus habitantes. Se trata del Bar Buenaventura. Un buen ejemplo de que Soria quiere vivir y no dejar que sus pueblos se deshabiten. En él podemos degustar el archiconocido Torrezno de Soria. También disponen de raciones, bocadillos, platos combinados e incluso paella (previo encargo). Os deseamos mucha suerte en este nuevo emprendimiento.
Dejamos de este lugar pero prometemos volver, estamos enamorados de las vistas que nos ofrece. Con su relieve, su frondosa vegetación y su castillo, os recomendamos que lo contempléis desde los distintos territorios elevados de los alrededores.
RECOMENDACIÓN:
Ya que llegaste a la zona te recomendamos acercarte hasta el pueblo vecino de Fuentes de Magaña donde podrás ver este impresionante dinosaurio que parece estar vivo. Os preguntaréis el porqué de esta fascinante maqueta a tamaño real, y es que estamos en tierra de dinosaurios. Más en concreto dentro de la Ruta de las Icnitas. En ella podrás encontrar los diferentes lugares que tienen el privilegio de contar con las pisadas fosilizadas de estos milenarios.