La Fuentona se encuentra a menos de media legua al norte de Muriel de la Fuente. Pero queremos remarcar que se encuentra en el termino de Cabrejas del Pinar. La limpísima y surgente laguna es el nacimiento, o nacedero, del río Abión. Después de regar y convertir en fértil huerta las vegas de la Tierra de El Burgo, cede sus aguas al río Ucero en la villa episcopal.
Torca o embudo de origen cárstico, que tiene comunicación con las corrientes subterráneas de las plataformas calcáreas de Calatañazor. Sus aguas son tan cristalinas que parecen no tener sino un palmo o dos de hondo. Aunque la realidad es que el manantial con una profundidad aproximada de unos cincuenta metros. Además prolonga en longitud varios cientos más hasta alcanzar el nivel del agua del río subterráneo con el que está conectada.
Las torcas y lagunas, que siempre han sido objeto de leyendas. Se consideraron lugares propicios donde habitaban animales monstruosos. Estos solían acechar la orilla, siempre a la espera de algún viajero que se acercara a dar de beber a su caballo para abalanzarse sobre el pobre animal y tragárselo de un bocado. Otros seres fantásticos eran las ondinas, espíritus elementales del agua que con sus cantos y su belleza hacían perder la razón a algún joven incauto que se acercaba allí.
Para finalizar, te recomendamos una visita hasta una cascada. Situada muy próxima al lugar cuyo camino (no accesible para todos los públicos) está bien indicado. Indicaros que sólo podremos verla invadida por las aguas en épocas de lluvia. Además, para un mayor disfrute de la zona, encontraremos paneles explicativos a lo largo de todo el recorrido. Llevan acompañadas ilustraciones sobre la fauna y la flora del entorno. Por supuesto, una vez que hayas terminado, no te olvides de darte una vuelta por la Casa del Parque anteriormente citada.
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No te puedes ir de la zona sin visitar Calatañazor.
Os dejamos otro artículo escrito por Parajes x Visitar para que tengáis más información.