La Hoz de Orillares el paraíso desconocido.
Si hay algo que nos gusta es descubrir pequeños rincones con grandes sorpresas. Esos rincones que sólo los lugareños conocen y que cuando llegas te dejan con la boca abierta. Sobre uno de esos lugares dedicamos hoy nuestro blog.
Como su nombre indica nos desplazamos al pequeño pueblo de Orillares. Se encentra situado al oeste de Soria, cerca ya del límite con la provincia de Burgos. A la entrada de la localidad podremos ver el antiguo lavadero y unos metros más adelante su fuente con pilón. No es sino a la otra parte del camino hacia donde nos tendremos que dirigir si queremos encontrar nuestro destino. La señalización para llegar al lugar es escasa, pero bueno, “preguntando se va a Roma” y cualquier vecino nos indicará amablemente el recorrido. Eso sí, también nos pedirán que respetemos la zona, que dejemos nuestros coches a la salida del pueblo y que no los introduzcamos dentro del paraje para garantizar su conservación. Seguiremos estas indicaciones ya que no está muy lejos y el trayecto constituye un agradable paseo.
Camino de la Hoz
Aparcamos, empezamos a andar nuestro recorrido y pronto empieza la cuesta abajo que nos adentrará en la pequeña garganta rocosa. A continuación, nos encontraremos a nuestra izquierda con el protagonista y responsable de la formación de este singular lugar: el río Pilde. No es más que un pequeño afluente que por lo general porta una modesta cantidad de agua, si bien, en época de lluvias puede llegar a inundar parcialmente la zona dando un aspecto más espectacular, si cabe, a algunas de sus cuevas. Ahora ya sólo es cuestión de explorar y descubrir por ti mismo todos los encantos y recovecos que la naturaleza te ofrece. Una vez pasada la parte más estrecha, donde la hoz comienza a perder su nombre, encontraremos la Fuente de las Mozas y un poquito más alejado un antiguo molino.
Además, tendrás la oportunidad de ver buitres leonados muy de cerca, ya que anidan en los farallones del entorno. Es muy importante no molestarles, sobre todo en época de cría. Así que no armes jaleo, recuerda que están en su casa.
¡Esperamos que disfrutes de este descubrimiento!
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