¡5 curiosas Ermitas en Soria! Tenemos tanto que mostrar de nuestra provicia que no sabemos ni por donde empezar…Por ello hacemos estas pequeñas reseñas para ir desglosando las maravillas de Soria
Comenzamos con la elección de las 5 Ermitas de la provincia de Soria que despertaron nuestra curiosidad y nos causaron más impacto por sus peculiaridades.
1-Santa Bárbara en Cañamaque
Elegimos esta coqueta ermita para comenzar el blog por ser la más desconocida (que no menos interesante) y a la vez con una peculiaridad única en toda la provincia. Para ser más exactos, la única que no tiene rincones ni esquinas ya que es totalmente circular.
El responsable municipal desconoce cuáles son a ciencia cierta los orígenes de esta humilde ermita, pero apunta la creencia popular que hay en el lugar: «Pensamos que puede ser la base de algún minarete, de los moros, que se debió de caer y conservaron lo que ahora puede verse».
2- San Baudelio en Casillas de Berlanga
La conocida ermita de San Baudelio ha sido objeto de atención y admiración desde la perspectiva de los historiadores del arte, clasificada como mozárabe, calificada como “Capilla Sixtina del románico” etc.
Diversas campañas arqueológicas de excavación en el entorno inmediato de esta construcción han permitido reconocer y estudiar una necrópolis de tumbas antropomorfas del tipo conocido como de bañera, con orientación canónica cristiana, excavadas en la peña.
La sencillez externa de la construcción contrasta con su singular arquitectura interior y no permite imaginar la riqueza de las pinturas que un día la adornaron. Llama la atención la pilastra central de la que salen ocho arcos de herradura, simulando una palmera.
3- San Bartolomé en Cañón del Río Lobos
La estampa de la ermita en un paraje espectacular y rodeada de una naturaleza majestuosa hace fácil comprender la atracción que ha ejercido y ejerce desde tiempos inmemorables.
Se encuentra situada sobre un meandro del río Lobos, con sus pozas llenas de nenúfares, ranas y libélulas, y bajo el abrigo de unos altos farallones de piedra anaranjada.
La ermita, de estilo románico, data del siglo XII. Destaca por su colección de canecillos con enigmáticas figuras labradas en la piedra, y su notable rosetón con estrella de cinco puntas, hoy adoptado como logotipo del parque natural. Parece que originalmente fue la iglesia del convento templario de San Juan de Otero, aunque tal extremo no está del todo claro.
Si quereis conocer más acerca de esta misteriosa ermita os dejamos un enlace aquí.
4-Santa María de la Fé en Covaleda
Nos hablaron del Campamento Juvenil “Raso de la Nava” en el que había decenas de monolitos decorados pero no nos desvelaron tal sorpresa. Este lugar cuenta con una gran expansión de terreno destinado a acampar y diferentes instalaciones con un total de ocho edificios.
Lo que no esperábamos encontrar en este mismo lugar es la Ermita de “Santa María de la Fe”. Se construyó en el año 1947, a la vez que el arco de piedra de la entrada. Se trata de una capilla de pequeñas dimensiones que alberga en su interior un altar con la imagen de Santa María de la Fe. Pero lo que más llamó nuestro interés es la construcción en la cara exterior con sillares gruesos y adornada con contrafuertes y la gran cruz labrada en piedra.
5- San Saturio en Soria
Es uno de los rincones más bellos de la capital que destaca por estar construida sobre las rocas junto al margen del río Duero. No puedes decir que estuviste en Soria pero que no te acercaste a verla. Fué construida en el siglo XVII y es de estilo barroco. Si por fuera impresiona a tu llegada por dentro no lo es menos…
Se accede por una cueva que hay en la parte inferior e iremos ascendiendo por unas escaleras que nos llevan a diferentes estancias hasta llegar a una capilla de planta octogonal preciosa con techo y paredes adornados con frescos.
Cuenta la tradición que en el siglo VI el noble soriano Saturio tras fallecer sus padres, repartió sus riquezas entre los pobres y marchó a vivir a unas cuevas junto al Duero. Allí en un sobrio y místico oratorio, en honor a San Miguel Arcángel, viviría durante treinta años de forma eremítica.
Los primeros datos que dejan constancia de la existencia de un oratorio de San Miguel que luego pasó a llamarse San Saturio, datan del año 1148. Posteriormente se hicieron algunas reparaciones y debido al hundimiento de la misma, en el año 1694 la ciudad de Soria acordó reedificar una iglesia de nueva planta con el concierto de todos los vecinos, colgada sobre un roquedal junto al Duero que unida a la riqueza paisajística de la zona lo convierte en un enclave incomparable.